Griezmann y Morata se lo pasan como niños
Dos goles de Antoine Griezmann y Álvaro Morata fueron suficientes para derrotar a un Celta que se topó con un gran Oblak en el primer tiempo. Esta victoria asienta a los rojiblancos en la segunda plaza y hunde a los vigueses
Antoine Griezmann y Álvaro Morata regalaron el triunfo al Atlético ante el Celta para celebrar el día del niño en el Wanda Metropolitano. Los rojiblancos se impusieron por 2-0 y dejan al cuadro vigués muy tocado, en un partido en el que Oblak salvó a los suyos con varias paradas en el primer tiempo pero que apenas tuvo color y dos zarpazos de los colchoneros fueron suficientes para sumar tres puntos que les permiten asentarse en la segunda plaza.
El Atlético recibía al Celta en cuadro. Las bajas en el eje de la zaga obligaron a Simeone a tirar de los canteranos Toni Moya y Montero en el once titular. Mientras el cuadro gallego tenía una baja muy importante como es la de Iago Aspas. Sin su jugador estrella, el hombre que estaba siendo el héroe del equipo en los últimos encuentros, se hacía más complicado asaltar el feudo rojiblanco. Sin embargo, empezaron mucho mejor los de Fran Escribá.
La posesión era del Atleti pero las ocasiones del Celta. Oblak volvió a demostrar por qué es el mejor portero del mundo con dos paradones a Maxi Gómez y Boudebouz. Se crecían los gallegos por momentos y Boufal volvió a poner a prueba al esloveno, que respondió con otra gran parada salvadora. Los locales lo intentaban por mediación de Griezmann y Vitolo que ponían en apuros a la defensa metiéndose entre líneas, aunque sin ocasiones.
El partido transcurría sin pena ni gloria. Dominaban el Atlético, pero el Celta había tenido las oportunidades más claras. Hasta que apareció Antoine Griezmann para adelantar a los suyos con un golazo de falta directa. El francés no falló y la metió por el palo del portero. Ese gol daba ventaja a los de Simeone justo antes del descanso y obligaba a los vigueses a cambiar de estrategia y salir a la contra para darle la vuelta al choque.
Pese a tener más ocasiones, el Celta se estrelló contra el muro de Oblak y lo terminó pagando. Tocaba remontar y su máximo goleador (Iago Aspas) no estaba. En el segundo tiempo adelantaron las líneas y aumentaron la presión. De esta manera no dejaban a los rojiblancos hacer su juego y conseguían robar la pelota más adelante de lo que lo hacían en la primera parte.
Morata sentencia
Con Boufal crecido, los vigueses empezaron a rondar la meta del esloveno pero no conseguían concretar el último pase. Simeone reaccionó y sacó a Morata para poder jugar más en largo e intentar cerrar el partido. Mientras Escribá también movía ficha y ponía más pólvora sobre el campo con Pione Sisto. Al Celta no le valía de nada este resultado, ya que necesita sumar de tres en tres para lograr el objetivo de la salvación.
El Atlético, por su parte, buscaba sentenciar el choque en una contra. La segunda mitad había transcurrido sin ocasiones y con un Atleti impreciso. Pero la calidad que tiene este equipo en la delantera fue suficiente para finiquitar el encuentro a poco más de 15 minutos para el final, con un gol de Álvaro Morata. El 22 puso el definitivo 2-0 en el marcador tras un buen contraataque que finalizó regateando al meta y anotando a puerta vacía.
Ese segundo gol mató definitivamente el partido y el Celta bajó los brazos. Griezmann estuvo a punto de hacer el tercero en otra gran contra, pero intentó definir con una picadita sobre Rubén Blanco que salió muy floja y Olaza evitó el tanto en la misma línea. El francés quería cerrar su gran partido a lo grande con una maravilla que no le salió. Para culminar su buen encuentro, el Cholo le retiró en los instantes finales para que se llevara la ovación del público y así dar unos minutos a Mollejo.